Come. Calla. Éxtasis.

marzo 1, 2018

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TXT: Pilar Vigneaux
IMG: Moira Muñoz

Estas cinco heladerías tienen la gracia, además, de tener sabores especiales para diabéticos. En Damien Mercier tienen helados cien por cien libres de gluten, pues procesan sus helados en máquinas absolutamente limpias. En Moritz Eis puedes ir y probar todos los sabores, desde los sorbetes de pura fruta, hasta los de crema, todos hechos con productos naturales. En Harina Gourmet se preocupan especialmente de que el azúcar usada sea la cantidad exacta, para que el proceso de frío no se vea afectado. Sus helados son conservados a -15 grados, en vez de a -18, y eso hace una gran diferencia en cuanto a la textura y a la potenciación de los sabores. En El Toldo Azul, los sabores varían todos los días y van creando helados nuevos, según las materias primas de estación. En Il Maestrale están permanentemente buscando nuevos sabores y experimentando con nuevos ingredientes. No le tienen miedo a hacer helados con verduras y especias. Y el resultado es alucinante.

Haz tu tour del helado y sube tus fotos a Instagram con el hashtag #JiggerBajoCero

Masticar, NÚMERO VIGENTE

JIGGER MINIMALISMO

Menos es más. A veces, por no decir siempre, la síntesis se impone ante un pleonasmo. Lo concreto tiende a ser más poderoso que lo laberíntico. Y así. Cuando en tus manos tienes la versión impresa de un medio que lo que busca es ser estimulante y a la vez inspirador, queda la esencia. Se descarta lo sobrante. Por eso, la complejidad de la simpleza podrás notarla en esta edición de JIGGER desde la portada, despojada de adornos y llena de sutilezas. No hay vacío, pero tampoco saturación. Y, con ese mismo lenguaje y lógica, dentro podrás empaparte –aunque sutilmente– de temas que se van deshebrando con exquisito oxígeno, como los paisajes majestuosos del sur de Chile en un nuevo #JiggerOnTour; la simplicidad del pan; una breve pincelada a la nouvelle cuisine; una cata de vodka, sin duda el destilado más puro y prístino de tu barra; y, entre otras recetas y personajes con más austeridad que opulencia, temas como las cenas clandestinas, verdaderas cocinas sin cocina, otro básico que vuelve a lo mínimo. ¿Minimalismo editorial? Sí. BienBebidos, entonces, a la revista más comprimida del mundo.