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Casa grande. Eso significa Ootoya, el bistró asiático ubicado en Bellavista, que luego de la emergencia sanitaria puso su acento en el delivery, aplicando la política de cero contacto. Y su nombre es un acierto, porque justamente este restaurante no es un gran edificio, pero su amplitud y profundidad de sabores lo hace inmenso.
Si bien, su slogan es Ramen y Noodles House, Ootoya es mucho más porque acá encuentras una carta extensa y nutrida que se sostiene en su calidad. Su materia prima es muy buena y se trabaja con técnica, algo que se ha mantenido en el reparto a domicilio, el que llega impecable a tu casa, tanto en las preparaciones calientes como frías. Esto, gracias a su packing ad hoc, el que te permite montar sin mayores problemas los platos en tu mesa. El encargado de esto es el chef Peiyi Cai, quien con su familia ya había fundado esta marca en diciembre de 2012 en Venezuela, en la ciudad de Valencia, desde donde emigraron hacia Chile para replicarlo y abrir sus puertas en el 2017.
Ahora, ¿qué probar en Ootoya? Todo es recomendable. Si te gustan los ramen, una receta ideal para esta temporada otoño-invierno, este es un gran lugar para disfrutarlos, ya que son cocinados por más de 8 horas, lo que da como resultado unas recetas intensas y con varias capas. Acá puedes encontrar una gran variedad como su Kakuni Ramen, un goloso plato que debe su nombre a la proteína protagonista, que es un bife de lomo de cerdo en salsa miso, que además va con sopa miso, tallarines, huevo, cebollín, choclo y ajonjolí. En el delivery, los ramen traen el caldo en un recipiente aparte, lo que permite que los ingredientes no pierdan textura ni consistencia antes de llegar a tu hogar.
Si te quieres ir por los noodles, está el de la casa, el Ootoya Soba, una enjundiosa preparación que consta de unos buenos tallarines, hechos por ellos, salteados con mariscos -como camarones, choritos y calamar-, más una intensa salsa de la casa, con un entretenido picor, y de topping bonito flakes, en otras palabras, pescado deshidratados con un delicado toque ahumado. Antes de irte a los fondos, puedes partir con unos tersos Dumpling de Szechuan, o empanadas japonesas, cocinadas al vapor y rellenas con cerdo y camarón que agarran más punchi con la salsa de maní picante que acompaña.
Otro infaltable son los sushis, de tamaño precioso y buen equilibrio en los ingredientes, lo que te permite degustar sin problemas cada bocado. Hay de diversos tipos, entre ellos, unos más tradicionales para el paladar chileno como el Alaska Roll, relleno con salmón y queso crema envuelto en salmón y palta, que regala frescura y cremosidad, siendo una gran preparación que pone punto final a la historia de esta casa grande que llega hasta la tuya para darte un nuevo aire con su gran abanico de sabores.
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