Menos es más. A veces, por no decir siempre, la síntesis se impone ante un pleonasmo. Lo concreto tiende a ser más poderoso que lo laberíntico. Y así. Cuando en tus manos tienes la versión impresa de un medio que lo que busca es ser estimulante y a la vez inspirador, queda la esencia. Se descarta lo sobrante. Por eso, la complejidad de la simpleza podrás notarla en esta edición de JIGGER desde la portada, despojada de adornos y llena de sutilezas. No hay vacío, pero tampoco saturación. Y, con ese mismo lenguaje y lógica, dentro podrás empaparte –aunque sutilmente– de temas que se van deshebrando con exquisito oxígeno, como los paisajes majestuosos del sur de Chile en un nuevo #JiggerOnTour; la simplicidad del pan; una breve pincelada a la nouvelle cuisine; una cata de vodka, sin duda el destilado más puro y prístino de tu barra; y, entre otras recetas y personajes con más austeridad que opulencia, temas como las cenas clandestinas, verdaderas cocinas sin cocina, otro básico que vuelve a lo mínimo. ¿Minimalismo editorial? Sí. BienBebidos, entonces, a la revista más comprimida del mundo.